viernes, 29 de abril de 2011

Un grito de auxilio del corazón.

el tren de mi felicidad salió de su estación. Sin rumbo fijo, sin tícket de vuelta, con las cosas muy claras, partió. Me dejó con las maletas llenas de fotos, garabatos y camisetas con su olor. Él sin embargo iba con los puesto, sin ningún objeto de valor, sin  pasado. 
SÍ, SE HA IDO. LA FUERZA DE ALGUNAS PALABRAS, MATAN.

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