domingo, 29 de mayo de 2011


Así como un otoño: primero mangas largas, después una campera, dormir con frazada, comprar una bufanda y de a poco, porque de a poco, acostumbrarse al frío. Así como un otoño: estar sin vos. y empezaste a ser ese viento que me quiebra los huesos y entonces cerrarte la ventana. Te llevaste todas las hojas y me volaste el cuerpo. Y de un abrazo cada vez más Gris hasta llovernos

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